Sopas de ajo

Introducción

UNA LEYENDA SOBRE LAS SOPAS DE AJO
Cuenta la leyenda que las sopas de ajo de Teruel curaron de una extraña enfermedad al mismísimo rey Jaime I. Ocurrió que teniendo su monarca su cuartel general en Teruel cuando preparaba la conquista de Valencia, fue presa de un misterioso mal que los médicos no supieron diagnosticar y menos curar. Una vieja aseguró que curaría a Jaime I si se le proporcionaba una cabeza de ajos; no se hallaron en Teruel, pero tres atrevidos jóvenes cristianos arriesgaron su vida para encontrarlos en tierra de moros; de los tres solamente volvió uno, pero con tres cabezas de ajos, una por cada expedicionario. Con ellas elaboró la vieja su pócima, que no era otra cosa que un humeante "perolico" de sopas que sanó al rey en cuanto comió su contenido.

Ingredientes

1 l de agua
300 gr de pan seco cortado en sopas
4 dientes de ajo
Aceite
Sal

Peparación

Se fríen los ajos enteros y pelados y se reservan en una perola. Por el mismo aceite se pasan las sopas de pan hasta dorarlas y se añaden los ajos. En una olla se pone a hervir el agua y cuando entra en ebullición se le agrega la sal necesaria, manteniendo el recipiente al fuego unos minutos más para que se eleve la temperatura. Posteriormente se escalda el contenido de la perola con el agua hirviendo.

Consejos

Elimine el germen del ajo, porque esta parte resulta muy indigesta.

Esta receta pertenece a Cocina Tradicional Aragonesa volumen 2

Paso a paso

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