Joaquín Carbonell: "Me gusta más escribir que componer. Pero me gusta más cantar que escribir"

Joaquín Carbonell con sus músicos: Coco Balasch, José Luis Arrazola, Granbob y Richi Martínez

- ¿Por qué tantos años desde el último disco? ¿Es que te has puesto de acuerdo con Sabina?

- Yo compongo muy lento, me cuesta mucho. Siempre tengo la sensación de que lo que voy a contar ya lo he dicho antes. Es casualidad que haya coincidido con Sabina. Le envié mi disco y se lo dediqué: "Ya siento por ti que hayas sacado tu disco a la vez que el mío".

- En El carbón y la rosa nos presentas 12 nuevos temas ¿dónde has buscado inspiración?

- Las canciones me las inspiran siempre algún detalle, algún suceso, alguna noticia de los medios, un comentario, una anécdota... Yo necesito agarrarme a algo sólido, no sé crear de la nada. Así ha nacido Juana tiene frío o La maceta de arroz, o De Teruel no es cualquiera por citar solo tres. Escribo la letra en primer lugar y a partir de ahí trato de encontrarle el vestido, la música que le va. Yo pienso que a cualquier letra se le pueden poner varias músicas, pero solo una es la adecuada.

- Son canciones en general lentas pero con ritmos muy variados: blues, bolero, folk... ¿esos ritmos vienen ya de origen o eso surge en la grabación?

- Están compuestas con esos ritmos. Forman parte de memoria intantil y juvenil. Son los ritmos que yo escuchaba en la radio cuando era jovencito: boleros, rancheras, Elvis, Peret... Todo nace de forma espontánea.

- Temas muy "de cantautor", en los que manda la letra. Los imaginas perfectamente solo con una guitarra...

- En efecto, estas canciones se podrían entonar solo con guitarra. Precisamente se suele decir que una buena cancion es aquella que no necesita de demasiado acompañamiento. Yo hace años que colaboro con Richi Martínez, que me hace los arreglos y la producción. Le paso las canciones desnudas y le dejo total libertad. El detectó que en El carbón y la rosa había material para realizar unos arreglos amplios, con sonido actual, con cierto aire moderno. No podemos negar que uno de los modelos ha sido Leonard Cohen...

- Con el título del disco quieres recordar a Concha Méndez y las poetas del 27 ¿también musicas algún poema o empleas algunos de sus versos?

- No, el homenaje se queda se queda en el título pero muchas de las canciones destilan un profundo respeto a esas mujeres luchadoras. Respeto en primer lugar a su libertad e independencia en el amor. Recordando aquellos versos de García Calvo, "Libre te quiero, pero no mía". Si empezamos por concederles su espacio personal y por asumir que las personas no nos pertenecen, habremos dado un gran paso hacia su igualdad.

- En los últimos años te has centrado más en tu actividad como escritor. ¿Te resulta más grartificante?

- Me gusta más escribir que componer. Pero me gusta más cantar que escribir. Subirse a un escenario a que te aplaudan cada tres minutos es algo sorprendente, no tiene precio...

- ¿Es muy diferente el proceso creativo que sigues para escribir una canción, un poema o un fragmento de prosa?

- Sin duda; son oficios distintos. Una canción es un artefacto que debe durar no más de cuatro minutos y donde debes acumular mucha información. O bien contener unos versos que conmuevan. Una novela es un maratón y un poema para ser publicado es otra cosa. Todo requiere distinta actitud ante el papel.

- Me llamó la atención en  tu reciente entrevista con El Periódico de Aragón tu comentario sobre lo doloroso que te resulta componer canciones ¿por qué? ¿te desnudas más?

- No, simplemente que me cuesta mucho esfuerzo. Una canción es como un edificio, un artefacto que se compone de distintas fuerzas que deben equilibrarse: voz, estilo, ritmo, rima, métrica... Si una de ellas falla todo se viene abajo. La canción perfecta es aquella donde no se nota la estructura, simplemente es un producto que produce placer escuchar o cantar, sin saber por qué.

- El jueves 9 de marzo presentáis el disco en el Cívico Universidad? ¿Que podemos esperar?

- Vamos a interpretar casi todas las canciones del disco. No se suele hacer así, a menudo se incluyen cuatro o cinco y el resto son éxitos conocidos. Nosotros tocaremos al menos ocho. Me acompañan José Luis Arrazola, a las guitarras. Richi Martínez, a los teclados y voces. Coco Balasch al bajo y Granbob, a la batería y voces. Y estará también las joven violinista Kalina Fernández en dos temas.

- Después de tantos años en el mundillo ¿siguen las mariposas en el estómago al actuar?

- Sin duda. Cada vez tengo más nervios ante un concierto. Tengo mucho respeto al público.

- Ultimamente te hemos visto con los 3 Norteamericanos con GranBob y David Giménez. No nos digas que con este disco desaparece el proyecto...

- No, no. No están los tiempos para abandonar nada. Seguimos con ellos y con este proyecto actual, que espero nos lleva a muchos pueblos aragoneses y de fuera. Con L3N me lo paso muy bien, saco mi vena cabaretera.

- ¿Estás ya trabajando en una próxima novela?

- De momento aún sigo paseando Un tango para Federico. Me siguen invitando de bibliotecas públicas para presentarla en sus pueblos. Y yo encantado, es el acto que mayor placer me provoca.

- No te vayas sin decirnos dónde podemos comprar el disco.

- El disco se vende en Linacero, en Drinks&Pool, en Vinos Chueca y en el Imperdible. Esperamos subirlo también a plataformas digitales en cuanto nos desahoguemos un poco de este jaleo.